Trasplante de córnea posterior

Cada año se realizan más de 47,000 cirugías de trasplante de córnea en los Estados Unidos. Desde 1961, se ha restaurado la vista a más de 1 millón de personas con trasplantes de córnea. El objetivo de este tipo de cirugía es reemplazar la córnea enferma por tejido corneal sano de un donante de órganos.

corneal transplant
Penetrating+Keratoplasty

La enfermedad ocular corneal es la cuarta causa más común de ceguera (después de las cataratas, el glaucoma y la degeneración macular relacionada con la edad) y afecta a más de 10 millones de personas en todo el mundo. La visión debería mejorar gradualmente unas semanas después de un trasplante de córnea. Sin embargo, tener una visión estable en el ojo con la nueva córnea puede tardar entre un par de meses y un año. Es casi imposible hacer coincidir exactamente la curva del nuevo tejido corneal con la córnea natural. Con toda probabilidad, habrá un cierto grado de miopía y astigmatismo. De hecho, la refracción posquirúrgica es impredecible y será difícil corregir grandes cantidades de astigmatismo con lentes blandas o anteojos. Esto se debe al proceso de sutura y cicatrización por el que deben pasar todas las córneas trasplantadas con el ojo natural. Los niveles leves de miopía y astigmatismo después de un trasplante de córnea se pueden corregir con anteojos, pero muchas veces la visión es inaceptable y se necesitan lentes de contacto rígidos permeables a los gases o lentes híbridos. En nuestro consultorio especializado de Weston, la mayoría de estos pacientes usan lentes esclerales.

El razón principal Las lentes que utilizamos son las siguientes:

  • Las córneas nuevas siempre tienen el riesgo de fallar. Cualquier lente de contacto que entre en contacto con la córnea del donante puede causar irritación al ejercer presión mecánica sobre ella. Con el tiempo, esto puede provocar una infección y, luego, el fracaso del injerto. Los lentes esclerales sobresalen sobre la córnea porque solo están sostenidos por la parte blanca del ojo. Además, hay un depósito constante de líquido (solución salina) entre el cristalino y la córnea para garantizar que permanezca hidratada. Esto, además de corregir la visión, protegerá la córnea de posibles fallos.
  • Excelente corrección de la visión. Como se mencionó anteriormente, después de un trasplante de córnea, a menudo hay niveles significativos de miopía y astigmatismo irregular. Estos tipos de errores refractivos pueden provocar sensibilidad a la luz, distorsión visual y dolores de cabeza. El cristalino escleral es la única tecnología que puede sustituir la córnea irregular trasplantada como superficie óptica. El cristalino escleral y la capa de líquido que lo rodea proporcionan una visión clara y cómoda a la mayoría de estos pacientes.
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